Estamos tan acostumbrados a utilizar el vehículo, que nuestro ritmo de vida, con frecuencia, deja a un lado dedicar unos minutos a revisar su estado y esta falta de atención a la larga acarrea consecuencias poco deseables, que se convertirán en caras averías, un deterioro de elementos y lo que es peor una disminución de la seguridad para los ocupantes del mismo.

Una limpieza, al menos semanal, sería muy conveniente para proteger la pintura, sobre todo si el coche tiene ya unos años y ya ha perdido la capa de protección transparente que le aplican en su fabricación. En coches de más de cinco años es recomendable la aplicación de ceras y abrillantadores que darán robustez a la pintura y evitarán esas marcas que con el tiempo se convierten en desconchones.

El lavado del coche y de sus accesorios en un buen momento para revisar el estado de la tapicería, para la que es recomendable su limpieza con agua templada y jabón, seguido de la aplicación de espuma seca y para finalizar realizar un aspirado en profundidad, que dejará la tapicería impecable.

Otro de los elementos importantes a revisar son las alfombrillas, cuyo desgaste además de causar una imagen descuidada también puede disminuir la seguridad del conductor. Un buen lugar para conseguirlas es soloalfombrillas.es.

Una vez limpio nuestro vehículo deberíamos realizar un repaso a algunos de los elementos importantes del mismo, como son ruedas, luces, escobillas y estado de las revisiones periódicas.

Para comprobar el estado de los neumáticos deberás asegurarte de que el coche está sobre una superficie plana, con el freno de mano echado y las ruedas delanteras giradas para permitir una correcta visualización.

Las ruedas tienen unos testigos de desgaste que consisten en unos tacos de goma de 1,6 mm de profundidad que se encuentran en los surcos del neumático. Cuando el desgaste alcanza el nivel de este taco de goma, es el momento de reemplazarlo, ya que la normativa vigente en España no permite un dibujo de neumático inferior a esos 1,6 mm. Este límite, además de para cumplir con la legislación, te garantizará una mayor seguridad en la conducción y podrá evitar una sanción o que no superes la Inspección Técnica de Vehículos.

Para revisar las luces procederemos al encendido de cada una de ellas, posición, cortas, largas, intermitentes y marcha atrás, comprobando su correcto funcionamiento y sustituyendo las que procedan, aunque los coches más modernos han complicado bastante su sustitución y es frecuente que tengamos que acudir a un servicio técnico para que realicen el cambio.

Los focos del coche, con el tiempo se van volviendo opacos y desgastados, llegará un momento en el que tendremos que sustituirlos, pero deberíamos de conocer un fácil método casero que puede devolverles una parte del su esplendor pasado. Tan sencillo como aplicar pasta de dientes con una esponja y una vez que este seco limpiarlo con agua templada y finalizar con un trapo para abrillantarlo. El resultado es sorprendente.

Para finalizar, es un buen momento para que le demos un vistazo al libro de mantenimiento del coche y comprobemos que las revisiones están al día. Los fabricantes tienen establecido con precisión los tiempos y kilometrajes necesarios para realizar el cambio o sustitución de determinados elementos que alargarán la vida de nuestro coche.